Los modelos de casas prefabricadas con chimenea son difíciles de encontrar en el estándar de los fabricantes de viviendas industrializadas.

Pero eso no significa que no puedan encontrarse. Al contrario, una casa prefabricada con chimenea es completamente interesante y sumamente acogedora, especialmente en invierno. 

Pero es importante resaltar la diferencia entre una salamandra y una chimenea propiamente dicha. 

Una salamandra (que quizás sea lo que estás pensando cuando pensás en una casa prefabricada con chimenea) es un tipo de estufa a leña metálico y móvil, con una salida de humo y residuos al exterior por la parte superior, a lo que comúnmente se lo confunde como chimenea.

En cambio, una chimenea propiamente dicha es una construcción de material (ladrillo, normalmente) al modo en que se hace una parrilla de ladrillo, para que te des una idea; que es fija e inmóvil. Cuenta con la salida de humo y residuos hacia el exterior también en la parte superior y es a ello a lo que se denomina chimenea propiamente dicha.

Una casa prefabricada con chimenea, entonces, supone un gasto extra importante en la creación de una chimenea, debido a que se deben comprar los diferentes materiales para la construcción de la misma y, también, contratar mano de obra calificada distinta a la que instala la casa prefabricada para que construyan la chimenea de acuerdo al proyecto diagramado.

La alternativa más interesante y sencilla es la de instalar una salamandra que ya viene en el mercado lista para ser instalada en la casa con sencillos ajustes y permite disfrutar de un calor agradable durante el invierno por muchas horas.

Especialmente en casas prefabricadas pequeñas o medianas construidas con madera, las salamandras representan una inversión en calefacción sencilla y de bajo costo con un beneficio excepcional. Sí es cierto que, estéticamente hablando, una chimenea puede ser más vistosa que una salamandra. Pero hay que evaluar bien si vale la pena la diferencia.