Si bien existen en el mercado diferentes modelos de casas prefabricadas autosuficientes, la mayoría de los modelos son modelos más bien experimentales o hechos especialmente para concursos que, al menos aún por ahora, no están completamente disponibles para el público en general.

Eso no significa que las casas prefabricadas no puedan ser autosustentables. Todo lo contrario.

Porque podemos diseñar las casas prefabricadas a nuestro gusto, también podemos incluir tecnología apta para transformarla en una casa autosustentable.

La primera de estas ramas tecnológicas es la energía eléctrica. La mejor manera es mediante paneles solares, pero tienen la desventaja de un elevado costo inicial para la compra de los mismos y su instalación. 

También existe la alternativa de la generación de energía mediante instrumentos eólicos, especialmente atractivos para las regiones patagónicas de la Argentina, donde los vientos son permanentes.

De todas maneras, la energía eólica es un poco menos confiable que los paneles solares, debido a que las condiciones climáticas necesarias para lograr la autosustentabilidad pueden ser bastante específicas y difíciles de conseguir permanentemente a lo largo del tiempo.

Una mezcla entre ambos métodos de recolección energética podría ser muy atractiva. Claro que a un costo inicial elevado, como punto negativo.

Continuando con la autosustentabilidad de las casas prefabricadas, también es posible diseñarla con sistemas de recolección de agua de lluvia y de aguas grises para ser reutilizadas en los baños y desagotes de la casa.

Así, el agua se aprovechará al máximo y será necesario reponer lo mínimo e indispensable con el agua corriente. 

Pero no es aquí donde finaliza la sustentabilidad de una casa. Porque además de la energía, la casa debe proveer a sus habitantes de alimentos. 

Para eso, comenzaremos por el elemento fundamental de una casa autosustentable: El compost.

Crear un compost es la manera ideal para reducir las emisiones de basura orgánica prácticamente a nada y, al mismo tiempo, crear un abono espectacular para la tierra del terreno.

Este abono y la tierra fértil del terreno lo utilizaremos para cultivar distintas hortalizas que servirán de apoyo fundamental a nuestra dieta saludable, sin conservantes ni elementos transgénicos, así como también a reducir el impacto de la compra de alimentos en nuestro bolsillo. 

Con ello cerramos el círculo de una casa prefabricada autosuficiente. Realmente, una opción muy pero muy atractiva.